lunes, 5 de marzo de 2012

Piratas de Silicon Valley

Piratas de Silicon Valley es una película atípica, sorprendente quizá para una generación que ha crecido en un entorno en el que Windows era el único jefe y que hasta hace unos años no sabía lo que era Apple. Ésa es mi generación.

Es muy interesante descubrir, por ejemplo, que la revolución informática no fue para nada pacífica, que Bill Gates no sería nada si no le hubiera robado a Steve Jobs (sin ningún tipo de remordimiento)  y que, además de ser un genio emprendedor, Jobs era un engreído con demasiado carácter que descargaba en sus empleados.

En la película, se descubre que los verdaderos padres del ordenador personal y de sus sistemas operativos son Steve Jobs y Steve Wozniak (no sabría a quién de los dos dar mayor parte de responsabilidad, quizá a Wozniak). Bill Gates aparece en la película retratado como una persona eclipsada por la popularidad e ingenio de Steve Jobs. Es por la habilidad de Gates para engañar a IBM vendiéndoles un sistema que no tiene (de hecho, acaba comprando el sistema a un informático con un dinero que tampoco tiene todavía), y para copiar a Jobs el sistema operativo del Macintosh, haciendole algunos cambios, por lo que Bill Gates es hoy en día una de las personas más ricas del mundo según la lista Forbes.

Si el problema de Bill Gates fue que creó el sistema operativo más usado del planeta a base de engaños y robos, el problema de Steve Jobs fue que sus ansias de gloria y poder le provocaban una personalidad complicada si no iba todo según sus planes. En ese caso, si se enfadaba, se convertía en una persona muy desagradable con su entorno. Al margen de sus enfados, Jobs sólo se hacía caso a sí mismo, desesperando hasta a su amigo Wozniak.

Ya por último, hay que destacar la interpretación magnífica de Anthony Michael Hall como Bill Gates y, sobre todo, de Noah Wyle como Steve Jobs. Tal es así, que en una presentación de Apple Noah Wyle salió al escenario interpretando a Jobs, tras lo cual salió el verdadero Steve Jobs para bromear con él. De lo que no estoy seguro es de que la película le sentara igual de bien a Gates...


3 comentarios:

  1. Muy buena la entrada Sergio. No sabría que añadir porque veo que has dado en el clavo en todo lo que dices, sobre todo cuando hablas de la revolución informática. Creo que uno de los aspectos que más me llamó la atención de la película fue ese, el retrato nada favorecedor que se muestra de Steve Job y Bill Gates, genios pero no santos. Para mí ha sido interesante el hecho de descubrir que la revolcuión informática fue en realidad una carrera entre estos dos hombres, que por llegar al éxito eran capaces de robar, engañar y aprobecharse de otras personas. ¿Y en qué se ha convertido por ejemplo Bill Gates? Nada más ni nada menos que en el segundo hombre más rico del mundo.

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  2. Todo triunfador tiene sus lastres, pero Bill Gates en este caso es casi un ladrón, y podríamos quitarle el casi. La segunda mayor fortuna del mundo, creada de esta manera... Jobs no era un santo, quizá ni siquiera una buena persona, pero nos creó el gran avance contemporáneo.

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  3. Tras volver a recordar hoy en clase esta película, comparándola con la que teníamos que ver recientemente "La red social", cabe destacar las similitudes entre ambas.
    Silicon Valley, como bien habéis dicho, se plantea desde dos perspectivas: la de los fundadores de Apple (Steve Jobs y Wozniak) y la de los fundadores de Microsoft (liderada por Bill Gates). A través del retrato miserable que interpreta Gates se puede ver el contexto y los antecedentes de la creación de sistemas operativos creados para el primer IBM PC, para el Apple II u otras máquinas. Las tácticas utilizadas para conseguir lanzar su proyecto con éxito les llevaron a convertirse poco a poco en reconocidos multimillonarios.

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